lunes, 18 de junio de 2007
BREVE HISTORIA RADIAL CON MOTIVO DEL CUMPLEAÑITOS DEL UMBRAL, A CINCO VOCES
En un rincón de la Docta de cuyo nombre no puedo acordarme pues hace rato quemé la neurona que hizo sinapsis en el día del recuerdo en cuestión… érase una vez en Córdoba, digo, una niña, y una inquietud:
- ¿Qué me aflige, qué me aqueja? Es esta terrible melancolía estudiantil, este esplín de juventud. ¡Siento que no hago nada por la vida, por mi carrera, por la comunicación de las ideas, la difusión del arte, por la sagrada misión de colaborarle un poco a la cultura, che!
Comunicó la niña su inquietud a una amiga, quien en ese momento despotricaba contra el aparato radial que se negaba a funcionar:
- Esta radio es una porquería, hacé algo nena, ayudameeee
La niña equivocó la idea, pero de ideas que erraron el rumbo nacen las grandes historias y ésta agarró viaje con eso de hacer una buena radio. Se subieron a una canción y llegaron al aire del Revés.
Dios las cría y el viento las amontona… pues no hay dos sin tres, ni cuaaatro, ni ciiinco…
Escuché que fueron charlando con la gente, los artistas, los locos, los adictos a su trabajo, personajes delirantes, admirables, o simplemente muy piolas.
Se llenaron de música, de imágenes, caminaron las palabras y los próceres. Todo lo hicieron voz… Y llegaron cada noche al umbral de una aventura, desde el que los ojos se tiraban de cabeza. Y desde el umbral están mirando los confines de la docta, diciendo en el límite que esta historia -¿quién diría?- que esta historia sería…
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