Lo raro era que todavía no se hubiera comunicado conmigo... “Te llamo cuando el trabajo esté listo” me dijo horas atrás. Pero todavía no me había llamado.
La cosa era simple, mientras Dolores se encargaba de que saliéramos legalmente ilesas del asunto, acomodando las coartadas. En ese mismo momento yo me tenía que encargar de que, estratégicamente, el trabajo se hiciera. Claro, la abogada se encargaba del tema legal y la comunicadora, del comunicacional. Como será que me compenetré, que leí otra vez enterito “Crimen y Castigo” de Dostoievsky.
Vagamente recuerdo el día en que me lo tiró, así como un disparate que nos entretuvo por horas...
- Soledad, tendríamos que terminar con esta mierda, ya no lo soporto más, la tristeza se me convirtió en bronca, hay que hacer algo.
- Uhh pará, pará, esta bien que estés enculada, Dolo. Pero me parece que estás meando afuera del tarro.
- En serio Sole, sabés de que te hablo, yo sé que vos sentís lo mismo que yo así que no te hagas la superada, que bien que se te remueven las entrañas cuando te acordás de lo que pasó, ¡sobre todo vos nena! Yo, bueno, medio como que me lo veía venir, ¿pero vos? ¡Cómo te cagó!
- Me estás explotando la cabeza Dolo, yo ya lo superé, me olvidé de esa mierda, ya está, ya fue, ¡¿por qué seguir carcomiéndonos el bocho con este tema?!
- Porque sí, porque todo vuelve, cerramos los ojos, nos hacemos las boludas, seguimos adelante, creemos de nuevo, y ¡PAF! Todo vuelve, y no podes evitar acordarte del primer hijo de puta que te lo hizo... Mmm…una explosión, ¡qué buena idea!
- Uhh ¡estás re chapa nena! Está bien, si, yo creí en él, estaba enamorada, y bueno...
- ¿Y? ¿Y bueno qué? ¿Ah?
- Y.... bueno, nada, me cagó, ya se que me cagó, pero ya está. Yo sé que el costo fue muy alto, yo sé que te dan ganas de matarlo, Dolo, pero hay que seguir adelante, yo sigo creyendo que se puede, que es cuestión de confiar, porque sino... qué te queda en la vida ¿eh? No podes andar desconfiando de todos...
- No, no digo eso, digo que deberíamos vengarnos, de ese modo sí estaríamos cerrando el círculo y podríamos empezar realmente de cero.
- Uffff, mirá, no te voy a negar que me es muy tentadora la propuesta, la verdad es que puede ser, ¿y sabés por qué? Porque los dos prometieron mucho, nos sedujeron, nos mostraron que la felicidad podía ser infinita, se interesaron por nosotras, yo sinceramente no pensé que después los dos se fueran a España, como si allá regalaran algo, mirá, no entiendo ese amor a los euros, ¿por qué no se van a la puta que los parió?
- Hijos de puta, dejarnos así a la mitad de la historia... ves Sole, ¿ves que es serio? Hay que hacer algo.
Y me convenció. Tardamos como dos semanas en arreglar todo, por suerte Dolores tenía un montón de contactos que nos tiraron más que una mano. Yo, en cambio, me la pasé pensando en el qué, quién, dónde, cuándo y cómo. Menos mal que tengo parientes del otro lado del charco que me contactaron con él. Uhhh, hombres si los hay... era una mezcla de Aragorn del Señor de los Anillos con McGuiver. Nos presentaron chateando, lo vi por la camarita y casi me caigo de culo. Arreglamos todo ahí, cada uno en una computadora de algún ciber perdido, cada día en uno distinto como para no levantar sospechas, la plata se la girábamos no sé cómo. Bueno, de eso se encargaba Dolores que está mas ducha en el tema. Fue fácil porque supimos que justo en esa época estaban los dos en la misma ciudad... Trabajando, turisteando, boludeando, bah. Qué bárbaro cómo la tecnología y la globalización permiten este tipo de crimen express a la distancia.
Seguía sin llamarme y yo ya no daba más, di miles de vueltas en la casa, creí que todo había salido mal, que habían apresado a nuestro héroe vengador y nos habían descubierto por esa tontería de que las compus dejan grabadas las comunicaciones del chat en algún rincón de la PC. Suena el teléfono y, del susto, casi quedo como péndulo en la lámpara que cuelga del techo del comedor. Era Dolores...
- Sole, boluda, ¿por qué no me llamaste?
- Uh me cagué hasta las patas, todavía no me llamó el infeliz este
- No me digas, bueno, acordate de que allá son las 3 de la mañana recién, capaz se demoró en los preparativos, yo ya arreglé todo por acá.
- Bueno, no bien me llame te mando un mensajito
- Qué mensajito boluda, llamame y decime y listo, ¿viste que mal andan las empresas estas de telefonía celular..?
- Tenés razón, te llamo, pero aguantame que voy de una corrida a comprar una tarjeta porque me quedé sin crédito.
- ¡Qué rata que sos! Bueno apurate, no vaya a ser cosa que te llame en el ínterin...
- Bueno, bueno, no bien tenga noticias te aviso.
Creo que me demoré solo dos minutos en ir al kiosco de la vuelta y comprar la tarjeta, el problema fue cargarla porque andaba congestionado el *151. En cuanto me dice que tengo plan ultra ligth 30 me suena el celular con el ringtone de Calamaro... “Nunca más voy a mentir de nuevo...” atiendo y tenia los ovarios en la garganta, la voz agallegada de nuestro héroe me dice:
- ¡El trabajo se ha hecho guapa! Les exploté la clínica a esos dos cirujanos plásticos del coño, ¡joder!
Y ya no nos importó a ninguna de las dos tener una teta mucho más grande que la otra.
Romina Gauna
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